Sin duda disfrutar de una galleta Oreo es espectacular, su sabor es como ningún otro, y quizás en esos aburrimientos excesivos más de una vez hemos sacado toda la crema dejando la pura galleta o a lo más comerla de a poco haciendo formas.
Pero ¿esculpir caras en las galletas?, eso es nuevo. Y mucho más aún si esas caras son verdaderas obras de arte, al más puro estilo del mármol. En verdad es un logro que debemos reconocerle a Judith G. Klausne tanto por su talento como por su gran ocio.
Ahora cada vez que compre Oreos se me va a venir a la mente intentar hacerle formas, probablemente algo más amateur que esto.
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